La ética, tanto en el ámbito personal como profesional, implica un conjunto de actitudes y comportamientos considerados apropiados para seguir. En el entorno corporativo, la cultura de la empresa es la encargada de definir lo que es aceptable o no en el lugar de trabajo.
Un equipo dirigido por líderes éticos sabe que tiene libertad para dar y recibir retroalimentación, ya que no temen represalias por parte de la jerarquía administrativa. Por lo tanto, una de las consecuencias naturales de la ética profesional es la mejora de la comunicación entre empleados y gerentes, lo que genera una mayor claridad en los procesos operativos. Y, con ello, la empresa se beneficia en su conjunto.
Para discutir la ética profesional, hemos traído el episodio del podcast Feliciência, con Carla Furtado. En él, se plantean algunas reflexiones sobre este concepto y su importancia tanto en la vida personal como en el trabajo. Un buen punto de partida para profundizar en este tema.
Los feedforwards son igual de importantes que los retroalimentaciones.
Es fundamental que exista libertad para intercambiar puntos de vista, soluciones y críticas constructivas sobre situaciones cotidianas en la empresa. Aunque pueda generar cierta incomodidad inicial, la comunicación abierta es la clave para el compromiso y el desarrollo de un ambiente organizacional saludable.