¿Rechazas rápidamente oportunidades porque no estás seguro de que funcionarán? ¿Tardas más de lo que te gustaría en las tareas porque te enredas en los detalles más pequeños y temes que algo esté fuera de lugar? Y aun cuando todo parece estar yendo bien, ¿buscas algún problema que disminuya el tamaño de la victoria? El miedo a cometer errores y el perfeccionismo van de la mano y pueden ser enemigos importantes de tu salud mental.
Según la OMS, un número creciente de personas ha sido diagnosticado con trastornos mentales, como ansiedad social y depresión, y estudios recientes muestran que las personas con tendencias perfeccionistas tienen más probabilidades de desarrollar estos trastornos. También se ha demostrado que la autocompasión, algo raramente practicado por personas perfeccionistas, es uno de los mayores factores de protección contra la ansiedad y la depresión.
Puede ser liberador permitir que la imperfección ocurra, aceptarla y celebrarla. Porque es agotador mantener todo esto.
La perfección no existe, entonces, ¿por qué perseguirla?
- Enumera los daños que el perfeccionismo te causa; esto los hará más reales y difíciles de ignorar.
- En tus actividades, enfoca tu energía en lo que realmente produce resultados; intenta soltar los detalles que aportan poco retorno.
- Establece plazos para no quedarte atrapado indefinidamente en lo que estás haciendo.
Actuar con perfeccionismo compromete tu bienestar porque siempre te hace buscar problemas en lo que haces.