Algunos consideran el miedo como una respuesta natural del cuerpo, mientras que otros dicen que es una creencia limitante. La respuesta correcta es definitivamente la primera. El miedo es un comportamiento 100% natural y humano. Nos indica que algo que percibimos como amenazante se acerca y que debemos tomar alguna medida. Por lo tanto, podemos afirmar que el miedo es parte de nuestra historia y a través de él podemos comprender un poco más sobre nosotros mismos.
Nuestros miedos son moldeados por nuestras experiencias de vida. Aunque tenemos algunas tendencias impuestas por la evolución, como el miedo a las criaturas venenosas o el miedo a la oscuridad, nuestras experiencias también son capaces de dar forma a estos miedos. De hecho, hay personas que no tienen miedo de estas cosas. Por eso es importante que nuestros miedos sean respetados y no vistos como debilidades o cobardía, ya que hacerlo sería desvalorizar nuestra propia historia.
Respetar nuestros miedos no significa que debamos simplemente aceptarlos; en algunos niveles, pueden causar sufrimiento a una persona, y por eso es importante trabajar en ellos con la ayuda de un profesional especializado.
Un método muy común para abordar los miedos es a través de la desensibilización sistemática, que implica exponerse gradualmente a estímulos cada vez más aterradores y acostumbrarse a ellos con el tiempo. Por ejemplo, si alguien le tiene miedo al océano, comienza escuchando el sonido del mar a través de auriculares, luego mira videos del océano, luego va a la playa y camina solo por la arena, y eventualmente entra en el mar hasta que se siente más cómodo.
Esta es una forma controlada de enfrentar tus miedos y se puede aplicar prácticamente a todos los posibles temores.